Como todo hijo pródigo, Sol Ordas volvió a San Nicolás y la bienvenida fue a lo grande. Familiares, amigos y hasta el propio presidente del Club Regatas, Pablo Capriotti, la recibieron este lunes en el Parador entre bocinas y aplausos. Los más curiosos buscaban la foto, pero de por medio siempre el reconocimiento.
En caravana recorrieron el centro, y la lluvia esta vez no empeñó el festejo. Fue oro en los Juegos Olímpicos de Buenos Aires y ya piensa en el Campeonato Argentino, que se disputará a fin de año.
¿La perlita? La nombraron socia honoraria del club de sus amores justo el mismo día en que la institución celebraba sus 126 años. El relato, en pantalla gigante de Gonzalo Bonadeo, inundó de emociones los corazones argentinos por la tremenda definición por milésimas y el desahogo de Sol fue el llanto, de alegría por sacarse una mochila que nunca le quedó grande. Tal vez la revancha del subcampeonato conseguido en el Mundial de República Checa.
“Un reconocimiento más para esta eximia deportista, que independientemente de sus logros, su esfuerzo, compromiso, responsabilidad y humildad, generan valores fundamentales que son ejemplo concreto para todos nuestros jóvenes”, destacó Capriotti. Después llegaron las flores, los regalos y la dorada en el pecho.
Su presente ilusiona. ¿Se viene Tokio?
(Fotografías: El Norte/El Informante)