"Nosotros desde la religión vamos a pedir que Dios nos dé el gusto del bien común", refirió en los primeros minutos de este martes el obispo emérito Hugo Santiago, en coincidencia con el inicio del paro por 24 horas encabezado por la CGT. Habló de la escalada de la pobreza y fue tajante: "El que se queda sin trabajo no tiene otra más que robar o ir a un comedor".
En medio de la algarabía por la celebración de los festejos marianos, el mensaje destacó la importancia de las apariciones relatadas por Gladys Quiroga de Motta en 1983 e instó a las autoridades a "disminuir los contrastes sociales".
"Nosotros en general estamos cerca, nos complementamos con los gobiernos de turno porque pensamos que hay que ir más allá de la políticas partidarias y nuestra función es sensibilizarnos. Pero empezamos a notar un incremento en los últimos meses de gente grande que se acerca a los merenderos y comedores, principalmente de quienes hoy viven de changas", destacó.
Puntuales, los feligreses de todo el Partido arribaron al campito pasadas las 21 con la procesión que partió desde La Emilia portando la imagen del Jesús Misericordioso que forma parte del tradicional saludo de medianoche a la Virgen de San Nicolás. Además, se produjo el arribo miles de peregrinos que todos los años llegan a pie desde Buenos Aires para participar de la primera misa del día, por segunda vez encabezada por Santiago.
La jornada se iluminó al calor de las antorchas y los fuegos artificiales que significaron el puntapié inicial para recibir a María en el 35º aniversario de su aparición.
"Haced valer mis derechos", le habría manifestado la virgen a Motta, y a partir de ese momento se produjeron numerosos mensajes y contactos. La postura de la Iglesia y del Obispado fue siempre de gran cautela en relación al denominado "Milagro de San Nicolás", sin embargo con los años despertó una inmensa devoción que hoy es vista con agrado por el Papa Francisco e incluso traspasó las fronteras de Argentina.
(Fotografías: Obispado San Nicolás)