En la Villa San Patricio, en el departamento Chimbas, dos sanjuaninos armaron una improvisada bicicletería para arreglar bicicletas que ya nadie usa y regalársela a los chicos. El proyecto solidario nació hace dos años y tiene como protagonistas a Raúl Vieyra y Alejandro Flores, dos amigos que decidieron invertir su tiempo libre para revivir bicis y sacarle una sonrisa a cientos de niños de la provincia. No les sobra el dinero ni el tiempo, pero sí las ganas de hacer feliz a los que menos tienen.
"Este año vamos a hacer la caravana de las bicicletas restauradas. Esas bicicletas que tienen kilómetros de alegría y estaban tiradas, que parecía que no iban a recorrer nunca más un camino, van a ser arregladas para donarla a los chicos", comentó Raúl a la periodista Florencia García, del diario digital Tiempo de San Juan.
Ambos se encargan de conseguir las bicicletas (la mayoría las compran) y de hacerlas llegar a los rincones más humildes de la provincia. Alejandro es quien las pinta y cambia todo aquel material que no sirve para dejarlas como nuevas: "En mi tiempo libre las arreglo. Soy chofer de la Policía Comunal y también lustrador de muebles, pero siempre me hago un lugar para colaborar en este proyecto. Es una locura pero me entusiasma esto de ayudar y hacer felices a los chicos".
En los próximos días van a recorrer la localidad de Chimbas de punta a punta para obsequiar las bicicletas. Lo harán a través de una caravana, a la que se sumarán los vecinos y los Bomberos Voluntarios de Chimbas. "Vamos a visitar diferentes barrios y consultaremos a los habitantes de la zona a quién le parece que hay que regalarle las bicicletas. Dejaremos una para que, a través de Facebook, alguien cuente una historia de un chico que necesite también una ", destacó Raúl.
