Fue un paso fugaz, pero el amor que sembró Ángel Luz en los vecinos quedará sellado para siempre. El bebé de apenas unos días de nacido apreció muerto en un descampado de ruta 188 y autopista, y todavía no hay pruebas firmes sobre el paradero de su madre.
El caso sacudió a la ciudad y piden que no quede impune. Fue bautizado y la gente colaboró con lo que pudo para el entierro. Consiguieron el mármol, una placa y floreros. Pero estaba pendiente la cruz.
"Queremos que tenga su cruz. No se dan una idea el dolor que es verlo así, sin nada, sin saber dónde está su familia y por qué lo dejaron solito", había confiado a los medios Claudia Ale, una de las tantas almas que encabezó la cruzada para acompañarlo durante el sepelio.
Pero poco tiempo pasó para que apareciera otro "ángel", y desde su oficio se ofreció a cumplir con el deseo de Claudia. Se llama Gabriel Graff, es herrero y nicoleño, y en unos días tendrá lista la figura.
"Lo estoy haciendo de corazón. Vi la publicación de una mujer que decía que querían conseguir una cruz, y yo me ofrecí", le contó Gabriel a Vía San Nicolás. "Había hecho una muy parecida para el abuelo de mi mujer; todavía falta el pie y escribir el nombre", sostuvo, aunque para la semana próxima ya podría estar colocada.
“La verdad es que esto mi hizo click. Pensar que somos los vecinos los que colaboramos, cuando se lucra mucho con la muerte”, aseguró, en un contexto económico más que complicado.
(Fotografía: gentileza Gabriel Graff)