Una situación por demás de tensa se vivió durante la mañana de este miércoles en la zona de la costanera cuando inspectores municipales irrumpieron la actividad e intentaron derribar los puestos de los pescadores con amoladoras y una máquina de porte.
Tras denunciar el hecho, una reunión en el Palacio municipal con la secretaria de Gobierno Agustina Gruffat y con el arquitecto de la obra ribereña, aclaró los tantos y todo se habría tratado de un malentendido. "No fue Passaglia, fueron los peones del arquitecto", declararon los trabajadores a Prensa Libre SN.
La intención del Ejecutivo sería incluir en las reformas de la costanera a los puestos pesqueros, por lo que las estructuras actuales quedarían obsoletas. "Estarían ubicados al frente de donde están hoy y éstos se tirarían abajo", explicaron en base al nuevo proyecto.
No obstante, hasta que se concreten los trabajos podrán seguir ocupando su espacio habitual. El único permiso que acreditan data del año 1999 cuando se trasladaron desde la bajada de avenida Alberdi, aunque negaron haber recibido notificaciones de desalojo.
"Somos muchas las familias que vivimos de esto. No sé adónde quieren que vayamos ni de qué vamos a vivir", expresó un pescador con más de 30 años en el oficio. El comisario Ayala, de la Policía Local, fue quien intervino para mediar en el conflicto.