Tras el abrupto cierre del Registro Civil de Conesa luego de 94 años de trabajo ininterrumpido, este miércoles los vecinos confluyeron pasadas las 11 en la sede de la delegación de avenida San Martín para entregarle un petitorio al delegado Oscar Sequeira y que el reclamo cale tanto a nivel municipal como en la órbita de la Provincia.
Según Sequeira, "el cierre fue por una orden provincial". Sin embargo, no conformes con la respuesta, desde la Comisión Conesera por las Necesidades de Nuestro Pueblo le recriminaron el que no se haya informado. Otras de las dependencias que también bajaron las persianas en los últimos días fueron la de General Rojo y Villa Ramallo.
Incluso la misiva contó con el apoyo de esas localidades. "Yo me comprometo a gestionar, pero no puedo disponer por Passaglia ni por la gobernadora Vidal", sostuvo el delegado, quien dejó en claro que el futuro del Registro Civil obedece a otras jerarquías. Mientras, los locales repetían que "Passaglia tiene que defendernos a nosotros".
El argumento que esgrimen los coneseros es que "en la página de la Provincia no figura el cierre", hecho que motivó el reclamo. "Sabemos que llegaron las máquinas para digitalizar los trámites el miércoles antes de Semana Santa y este lunes la única empleada ya estaba trabajando en San Nicolás", arremetió Mirta Muñoz, quien intercedió por la Comisión.
Y continuó: "La descentralización de servicios es materia fundamental para nuestra cotidianeidad. Estamos en un pueblo limítrofe y necesitamos que las autoridades acompañen este reclamo". De hecho, los cierres fueron justificados desde el Ministerio de Gobierno bonaerense por "una cuestión de volumen de trámites y optimización de los recursos".
Si bien la convocatoria fue pacífica, la tensión estaba latente. Cuatro patrulleros custodiaban la zona, e incluso varios uniformados acompañaron la manifestación. El delegado, escueto de palabras, selló el compromiso y estampó su rúbrica en el papel.