La llegada del calor parece no ser un problema en Conesa. Es que en medio del festejo por el cumpleaños de sus hijos, un hombre decidió buscarle la vuelta al verano e innovar con la celebración.
Se trata de Adrián Bruno, quien –muy al estilo de Los Simpons- armó una pileta móvil con base en una tolva e hizo cortar la lona a medida para que resistiera el peso y no se escapara el agua. Primero probó él y después los chicos.
"Para los festejos alquilábamos el castillo inflable o el toro mecánico, pero mis hijos cumplen los años en verano", le contó Bruno a Vía San Nicolás sobre cómo surgió la idea, que gana adeptos a medida que circula por las calles.
La tolva es tirada por un tractor que él como buen campero maneja, y generalmente el paseo arranca pasadas las 16. "A esa hora no hace tanto calor y como mucha gente duerme la siesta, se puede andar más tranquilo", sostuvo.
Cuando está totalmente llena, alcanza una profundidad de 1,80 metros, pero generalmente tiene menos agua por seguridad. De hecho, es prioridad que un mayor se suba para evitar cualquier tipo de inconveniente.
"El agua se cambia cada tres días porque como es de bomba no resiste tanto", apuntó Adrián, y al igual que cualquier pileta, cuando termina la temporada se le pone talco, se dobla y se guarda hasta la próxima salida.
"Lo bueno es que todos los chicos pueden disfrutar. Yo salgo y donde veo que me están esperando, tiro la escalera para que suban", cerró entre risas.