La desesperación llevó a una joven madre a las redes sociales para hacer su descargo sobre un penoso hecho que la tocó muy de cerca. Por cuestiones familiares tuvo que viajar de urgencia a Rosario, pero cuando llegó a su casa se encontró con que le habían robado una garrafa.
"Vivo en un ranchito de dos por dos que ni baño tiene. No tienen vergüenza", escribió la mujer, que se gana la vida vendiendo bolsas de consorcio en la calle y se ocupa de criar sola a sus tres pequeños. "La verdad es que siento mucha impotencia y pena por mis hijos", sostuvo indignada.
No obstante, la solidaridad siempre está presente en estos casos e, incluso, le ofrecieron llevar a los chiquitos a un comedor para brindarles alimento y contención mientras ella sale a trabajar, dado que es el único sostén de la familia luego de haberse separado de su pareja.
La triste escena se registró este martes en barrio Los Pinos, y de la muchacha sólo trascendió su apodo: "Ayee Sis".