La función social no escapa a los barrios, y por eso un grupo de mamás del Ginés García decidió unirse para una causa común y formaron el primer merendero de la zona frente a las necesidades que se palpaban en el lugar. Fue bautizado como "Una caricia al alma", porque darles una taza de leche a quienes más la necesitan es equivalente a "hacerles una caricia".
El mismo funciona actualmente en una casa de familia, pero debido al número creciente de chicos resulta necesario reubicarlo dado que se merienda por turnos o se llevan las raciones casa por casa. Ubicado en la manzana 18, abres sus puertas lunes, miércoles y viernes de 17:30 a 19:00 con el aporte monetario de sus fundadoras y donaciones particulares.
"El principal problema al que nos enfrentamos es el espacio. No pensamos que en tan poco tiempo se iban a sumar tantos chicos", le contó María Capdevila, una de las forjadoras de este proyecto, a Vía San Nicolás. Sin embargo, como no reciben ningún tipo de subsidio se les hace cuesta arriba encontrar un sitio que sea más grande y económicamente rentable.
"El lugar en el que estamos es prestado, y si bien no pagamos alquiler tratamos de colaborar con los servicios básicos para alivianar los gastos de la familia. Más allá de que estamos muy agradecidas, no sabemos cuánto más vamos a poder seguir trabajando así", confió María, a la vez que sostuvo que también se acercan al merendero niños del barrio Evita.
Hasta el momento unos 55 chicos asisten día por medio al establecimiento, una cifra significativamente mayor a los 20 que se registraban durante los primeras semanas. "La idea a futuro es poder funcionar también como comedor, pero eso dependerá de cómo nos vayamos organizando y de cómo distribuyamos los fondos que por ahora no nos sobran", disparó Capdevila.
Fotografías: Gentileza María Capdevila