La Municipalidad de San Luis, a través del Juzgado de Faltas, comenzó con un operativo de control con el fin de terminar con los puestos de venta callejera en el Paseo del Padre y los alrededores de la Plaza Pringles. Los denominados “manteros” se reunieron frente al edificio municipal para rechazar la iniciativa.
Según informó el Diario de la República, el Municipio recibe a diario numerosas denuncias de vecinos, comerciantes, entidades bancarias y Cámara de Comercio, quienes se quejaron por el uso indebido del espacio común.
Es por eso que desde la Comuna buscan, en una primera instancia, que los comerciantes callejeros comprendan que esta actividad está prohibida por ordenanza municipal.
“Ya habíamos pedido que se quiten de la vereda, después de tantos llamados y con caso omiso, salimos con la policía a advertir. Tratamos de evitar el decomiso, queremos hacer el uso de razón y que entiendan que no pueden estar vendiendo en la calle”, explicó el secretario de Seguridad Ciudadana, Facundo García.