Una familia que vive en la zona norte de la capital puntana viajó a la localidad de Justo Daract para festejar la Noche Buena y la Navidad junto a sus seres queridos. Pero un llamado le notificó que habían ingresado a robar a su casa en el complejo Barrancas Coloradas.
Para esta familia puntana la Navidad tuvo un sabor amargo ya que les violentaron su domicilio.
El damnificado habló con El Chorrillero y prefirió reservar su identidad. Detalló que viajó junto a su esposa y su pequeño de dos años a Justo Daract para pasar la Nochebuena.
Todo era alegría hasta que el martes cerca de las 14, luego de haber compartido en familia, sonó el teléfono y la comunicación le notificó que habían ingresado a robar a su casa en el Barrancas Coloradas.
Los delincuentes intentaron entrar por una ventana pero ante la imposibilidad de la maniobra rompieron la puerta delantera de la vivienda y lograron llevarse un televisor, una guitarra eléctrica y una notebook, donde el damnificado guardaba información laboral.
"Se juntaron los vecinos y empezaron a comunicarse entre ellos, varios me hicieron el aguante hasta que llegó la Policía, de hecho un compañero de mi trabajo se quedó en casa hasta que llegamos", recordó la víctima.
De acuerdo a la información que pudo recabar: "Andaban dos motos y un auto gris haciendo campana" para que los ladrones pudieran cometer el robo sin dificultades.
Pero la inseguridad que experimentan en el complejo viene desde hace varios meses y el principal reclamo es la falta de presencia policial. De hecho en octubre los propios vecinos impidieron que un malviviente robara en una obra en construcción de una futura vivienda. Por entonces llegaron a dormir en carpas para evitar el robo de materiales.
“Se llama a la Policía pero no llegan o vienen tarde, incluso ayer hice la denuncia y sólo había un efectivo. La división Científica tomó huellas, pero nosotros damos todo por perdido; de todas formas creo que no es culpa de la Policía, desconozco el manejo del tema pero estamos viviendo así todo el tiempo, hoy me tocó a mí, mañana será a otro y así estaremos hasta que esta situación explote”, manifestó.
El vecino lamentó las pérdidas materiales y los archivos de trabajos de edición por lo cual deberá "pedir disculpas" a sus clientes ya que no podrá concluir con los trabajos.
Ahora deberá invertir en seguridad: “Voy a tener que poner una reja delante de urgencia, no sé cómo lo voy a hacer, la sacaré en cuotas, pero tengo que colocarla. El frente de mi casa no está perimetrado”.
Además indicó que se refuerzan las estrategias que vienen promoviendo para "cuidarse entre todos". La principal actividad es registrar los movimientos sospechosos y notificar cualquier eventualidad.
"Nosotros estamos en el barrio desde marzo y antes de que viniéramos ya nos habían robado, por entonces se llevaron toda la grifería. Cada semana pasa algo y la presencia policial se concretó después de las publicaciones periodísticas que evidenciaron lo que vivíamos diariamente", expresó.
"Estamos asustados, hoy circulaba un auto sin patente y empezamos a pensar si no se trataba de la misma gente que quiere volver a robar. Somos gente de trabajo, mi casa la pago por el Procrear y me tengo que deslomar para progresar", añadió decepcionado.
Analizan qué medidas tomarán para hacer frente a la creciente inseguridad. Como primer paso delinean acciones para invertir en seguridad desde un punto de vista comunitario.
"Al margen de lo material la situación es horrible. Hoy estamos así, uno no puede salir por miedo a que vuelvan a entrar, no podemos dejar la casa sola", culminó.