El jueves por la mañana en el barrio Pueblo Nuevo, de la ciudad de San Luis, una vecina encontró en la puerta de su vivienda un feto y en las últimas horas se supo que se trataba de un bebé de "entre 7 y 8 meses" de gestación.
El estudio de la autopsia fue realizado solamente a la parte superior del cadáver, es decir hasta la cintura, ya que el resto de las extremidades no fueron encontradas.
Fuentes judiciales confirmaron a El Chorrillero que la criatura hallada "estaba toda mordida por los perros". Las características del análisis indican que fue arrojado o "tirado" en el patio de casa.
"Pesaba 2,100 kilogramos y según las pruebas que se le hicieron, respiró en el momento que nació, además ya tenía el pelo formado, al igual que las uñas y los órganos. Lo que no se ha podido confirmar hasta el momento es si la madre tuvo un aborto inducido (por ella o por un adulto) o espontáneo.
Luego de que el hecho trascendiera en la provincia, la joven le confesó a su padre -quien no tenía conocimiento que su hija estaba embarazada - de que había ido al baño y sufrió un "aborto espontáneo" y lo dejó afuera porque "no sabía qué hacer". En consecuencia la joven está internada en la Maternidad Teresita Baigorria.
En un primer momento el oficial principal Darío Gutiérrez, de la Comisaría 2ª había informado a El Diario de la República que parecía que el feto tenía "entre 4 y 6 meses de gestación. Según los vecinos, los animales lo tenían en el patio y la dueña de casa lo encontró en la puerta de entrada. Le falta la parte de la cintura hacia abajo".
La autopsia fue ordenada por el juez del Crimen Nº 2 Ariel Parrillis, pero el caso fue derivado al juzgado de Familia y Menores Nº 2 de Viviana Oste, quien "tutela" a la adolescente. Si se llega a determinar la participación de un adulto, retornaría al fuero penal.
