El 21 de febrero pasado una banda de ladrones ingresó al edificio Derby, ubicado en Santa Fe casi Entre Ríos, y se llevó un botín estimado en $100 millones de pesos. Los malvivientes se escaparon sin dejar casi rastros. A través de un trabajo de investigación con las cámaras de seguridad, la Policía pudo obtener algunas pistas que llevó a las fuerzas de seguridad al Sur del país. Hasta el momento hay dos detenidos, sospechosos de haber sido los autores de uno de los robos más grandes de los últimos años en la provincia.
Las sospechas siempre fueron que los ladrones pertenecían a una banda de afuera de la provincia. Las imágenes de las cámaras de seguridad fueron claves para dar con la camioneta Volkswagen Amarok en la que se transportaban los delincuentes. Fue así como identificaron los rostros de los tres sujetos que ingresaron al Derby. Se determinó también que entraron a la provincia el 19 de febrero y salieron el domingo 21, el mismo día del golpe.
Se estableció que la banda cometió un robo antes, que no fue denunciado. Fue el sábado 20 de febrero en cercanías a avenida Ignacio de la Roza y España, Capital. Luego, robaron en el Derby de donde aparentemente se llevaron más dinero del que se supo inicialmente. Entraron primero a la oficina del abogado Martín Turcumán, del primer piso, el más perjudicado por el dinero sustraído. Después entraron al quinto piso, de donde se llevaron $100.000 y 300 dólares. Estiman que lo robado llega a los $100 millones de pesos.
La investigación llegó hasta Río Negro, donde luego de 13 allanamientos se secuestró la camioneta Amarok en la que se transportaban los delincuentes que protagonizaron el golpe y se detuvo a dos personas, que serían miembros de la comunidad gitana de aquella provincia. La identidad de los detenidos aún no trasciende. El caso está a cargo de la jueza Mabel Moya, del Segundo Juzgado de Instrucción,