A casi dos meses de la muerte de Carlos Alberto “El Porteñito” Gutiérrez, la abogada defensora de su familia, Filomena Noriega, afirmó que solicitarán la exhumación del cadáver para determinar de cuántos disparos falleció. Cabe recordar que el pasado 30 de enero, un policía del Comando Sur le disparó aduciendo que había entrado a su vivienda a robar junto con un cómplice.
Como el lugar de la muerte se dio a varios metros de la casa del efectivo policial cerca del camping de UDAP y que según el relato del cómplice del “Porteñito”, Antonio Luján, los disparos habrían sido siete, la incertidumbre de la familia del fallecido crecieron. Según contó la abogada Noriega a Diario Huarpe, “con la exhumación queremos ver si realmente los disparos fueron siete, tal como dice el amigo del fallecido”.
Además, Noriega afirmó que antes se constituirán en parte querellante para que la familia tome contacto con la causa y así poder saber el devenir judicial. El tratamiento se dará por el esquema mixto o inquisitivo, por lo tanto no entra en el nuevo sistema acusatorio.
La defensa de la familia de Gutiérrez afirmo que él y su cómplice no habían ido a robar esa madrugada a la casa del policía. El fundamento de la abogada es que ambos iban a buscar al padre de Luján para ir a trabajar a una obra en construcción y que ahí fue cuando el efectivo le disparó. La versión oficial emitida en conferencia de prensa por la Policía de San Juan sostuvo que el agente repelió un robo en el interior de su hogar y que ahí le tiró un balazo que le ingresó por la parte posterior de la rodilla.
Además, el jefe del D5, Carlos Avellá, informó que el fallecido portaba un arma calibre 22, lo que fue contradicho por Noriega. Los familiares de Gutiérrez afirmaron que el arma había sido “plantada”.