Un nuevo ejemplo de lucha y perseverancia nació en Caucete, San Juan, donde Lisandro Tejada sueña con defender el arco de River Plate en Primera.
Con 14 años, vive en la pensión del club Millonario donde recibe consejos de Ubaldo Matildo Fillol y se saca selfie con el mejor técnico de Sudamérica, Marcelo Gallardo.
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“Leo” Tejada fue elegido por Leopoldo Luque y Luis Pereyra en una prueba futbolística que la filial de River realizó en la ciudad de Caucete. El pequeño arquero tenía 10 años por ese entonces, y apurado, tomó unos guantes de su padre, un obrero rural de la zona.
Fue así, que al terminar la jornada, donde pasaron cientos de futuros jugadores, Lisandro fue apartado por los organizadores y le confirmaron que debía viajar a Buenos Aires y presentarse en River Plate. Había superado la prueba.
Pero, lejos de esa alegría había un problema clave, determinante que le impedía viajar. El dinero para el viaje. Esos 7.000 pesos también le habían originado un retraso en su sueño de ir a jugar a un equipo grande, Lanús, institución que ya lo había analizado y aprobado.
Ya en River Plate, y cuando todo parecía derrumbarse, ya que Lisandro extrañaba, fue Leopoldo Luque quien habló con Fillol para que lo aconsejara y contuviera. Fue el despegue del pequeño gigante de Caucete.
En inferiores fue dirigido por Ariel Ortega. Se cruzó con grandes jugadores como Rodrigo Mora, el mendocino Gonzalo “Pity” Martínez, Fernando Cavenaghi, Germán Luz, Sebastián Driussi y Milton Casco. A partir de ahí se introdujo en el mundo River y hoy es una de las promesas como arquero.
Luego de instalarse en River, se consagró campeón del torneo de Sunchales. En 2017 viajó a Venecia, Italia, logrando el 3° puesto en el torneo internacional.
Y aparecieron otros luces de gloria para el chico de San Juan, en Copa Libertadores, ingresó de la mano de Germán Lux. Una victoria frente a Boca Juniors 3-0 y el viaje a Bariloche luego de terminar sus estudios en el club de Nuñez.
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“River cambió mi vida, donde aprendí muchas cosas, pero sobre todo valores, que es lo primero que uno debe tener como futbolista. Esto que estoy viviendo significa mucho para mí, es mi gran pasión. Estoy viviendo ya desde hace cinco años en la Casa River con otros 20 chicos y para mí es un orgullo”, sentenció Lisandro. Fuente: Tiempo de San Juan.
