A tres años de la muerte de Stella Maris Vega, una mujer que falleció tras una ligadura de trompas en un hospital de Río Negro, su familia en San Juan sigue pidiendo justicia. La víctima tenía 37 años, era mamá de tres chicos y perdió la vida como consecuencia de la intervención quirúrgica.
“Luego de haber tenido su último varón, a los 3 meses ella logró tramitar la ligadura. En la cirugía le perforaron el intestino. Le dieron el alta con dolores e inflamación. A las 2 horas volvió de nuevo a la guardia en el que le hicieron análisis y una ecografía. En esa se muestra que hay líquido del intestino. Hubo una malísima atención, un abandono total hacia mi hermana”, comentó Celeste Vega, hermana de Stella Maris.
En diálogo con Diario La Provincia, la familia recordó aquel confuso y trágico episodio en el hospital Francisco Lima. La autopsia reveló que la causa de la muerte fue la perforación en el intestino, lo que provocó una peritonitis y posterior muerte.
“Llegada las 30 horas después de la cirugía, ella perdió la conciencia, con vómitos y muchos dolores. Cuando la vio su cirujano, en la que constata que había una perforación, ya era demasiado tarde porque tenía complicados otros órganos. De la segunda cirugía, salió con pocas probabilidades de vida y el domingo lamentablemente ella falleció”, agregó la hermana.
Luego de la tragedia, el caso tomó curso judicial. Una prima abogada de Stella representó a la familia. “Con el tema de la causa ha quedado en la nada. Lamentablemente, es mucha plata la que tenemos que conseguir para iniciarla de nuevo. Pero queremos justicia. Tenemos que volver a hablar en Río Negro, para ver cómo quedó la causa”, lamentó Celeste.