Descartan el homicidio en el caso del joven que murió envenenado por comer sopaipillas

La mujer de Mauricio Fernández y su cuñada quedaron detenidas pero finalmente se supo que se trató de un accidente.

Descartan el homicidio en el caso del joven que murió envenenado por comer sopaipillas
El sujeto de 28 años falleció luego de permanecer internado en el hospital Rawson de San Juan por ingerir sopaipillas envenenadas.

El caso de Mauricio Andrés Fernández estuvo teñido de misterio desde que ingresó al hospital con signos de intoxicación. Es por esto que se abrió una investigación judicial para saber fue un homicidio o un accidente lo que llevó a la tumba a este joven de 28 años oriundo de Valle Fértil. Fernández murió envenenado luego de comer unas sopaipillas. Hasta descartar o confirmar el homicidio, se detuvo a su mujer y a su cuñada. Finalmente la Justicia determinó que se trató de un accidente y ambas mujeres fueron liberadas.

El viernes 4 de diciembre la pareja de Fernández y su cuñada hicieron sopaipillas caseras. El trabajador comió varias y todos advirtieron cierto gusto amargo de la preparación. Al rato, el hombre comenzó a sentirse mal, cada vez peor y por esta razón acudieron al médico. Primeramente fue trasladado al hospital de Valle Fértil, donde los médicos decidieron que lo mejor era trasladarlo al Rawson, donde murió pasadas las 14.

Fernández tenía signos de intoxicación. Si bien las mujeres también tuvieron algunos síntomas, a las horas comenzaron a sentirse mejor. En la masa de las sopaipillas se descubrieron restos de veneno. Es por esto, que la jueza Gema Guerrero pidió la detención inmediata de las dos mujeres. La sospecha inicial era que ambas habían envenenado al sujeto.

A través de una serie de análisis se determinó que la intoxicación que llevó a la muerte a Fernández fue por ingerir órganos fosforados, una sustancia altamente tóxica que tienen los venenos para hormigas. Finalmente, cuando declararon se supo que cuando estaban preparando la masa una de las dos mujeres en vez de agarrar la harina, tomó equivocadamente un frasco similar que contenía el veneno, que tiene un color similar al ingrediente. Fue este error lo que terminó costándole la vida al joven.

La investigación terminó descartando que se haya tratado de un homicidio porque ambas mujeres también comieron sopaipillas, pero como fue en menor cantidad, se salvaron del peor destino. La Justicia concluyó que el joven falleció envenenado por una “situación fortuita” e imprudencia.