El estadio Aldo Cantoni será recordado como ese lugar donde arrancó la vacunación contra el coronavirus en San Juan, ese sitio que albergó la primera gran esperanza de terminar con un virus que cambió la cotidianeidad en forma transversal de todo el mundo. Pasadas las 9 el primero en vacunarse fue el secretario de Medicina Preventiva, Matías Espejo.
El operativo de vacunación busca incluir a 255.804 personas. Las primeras que llegaron son 4.200 dosis de la Sputnik, dosis que están destinadas a los profesionales de la salud que combaten contra en coronavirus en los hospitales y centros médicos que internan pacientes con le virus como así también todos aquellos que integran los equipos de hisopadores y quienes se desempeñan en el laboratorio con los test.
El primero en vacunarse fue Espejo, quien además de ser funcionario es médico terapista. Tiene 42 años y desde hace 20 se dedica a la medicina. Se lo vio visiblemente emocionado y recordó entre lágrimas a aquellos pacientes que llegan totalmente lúcidos a la Terapia sin poder respirar.
La segunda sanjuanina en recibir la vacuna fue Martina Coria, una enfermera del área Covid, de 21 años de edad. “Estoy tranquila, muy ansiosa, con todo este tema, con la esperanza de que todo va a salir bien”, reveló antes de vacunarse. En tercer lugar, Gerardo Ricardo Monjes, de 50 años, recibió la vacuna. El hombre es enfermero desde hace 31 años y trabaja en la terapia intensiva del Sanatorio Mayo. Luego fue el turno de Érica Tivano, enfermera del área Covid del Hospital Rawson. Finalmente se vacunó Laura Soto, una odontóloga que es hisopadora a nivel central. Este grupo de profesionales abrió la ronda de vacunas rusas en la provincia.
Marita Sosa fue la encargada de dar los primeros pinchazos, ella es la jefa del Vacunatorio Central. Apenas terminó la ronda de las cinco personas iniciales en recibir la dosis de la vacuna rusa, dijo: “Lo viví con mucha emoción, llevo más de 20 años de enfermera y desde el primer día poniendo vacunas, poder dar este paso para colaborar a salir de esta situación que causa tanto dolor, desde ayer que tengo un nudo en la garganta. Nos ha emocionado la respuesta de la gente que crea en esta vacuna”, cerró.
Antes de las 9 llegó al Aldo Cantoni el personal seleccionado para vacunarse. Ingresaron hasta un sector donde se les tomaron los datos, firmaron una declaración jurada acreditando que no tienen síntomas de Covid-19 y se les midió la temperatura. Luego de esperar unos minutos, fueron pasando hasta la cancha. Hubo cinco islas con capacidad para cinco personas cada una. Finalizada la colocación de la Sputnik, esperaron unos minutos para ver si producía alguna reacción alérgica. Finalizado este paso, los vacunados se fueron a desayunar pensando que quizá este pueda ser el principio del fin de un momento histórico que dejó pérdidas económicas y cientos de miles de historias truncas por el coronavirus.
