Fueron cinco minutos de terror los que vivió una empleada de una sucursal del San Juan Servicios el 9 de diciembre en horas de la siesta. Dos delincuentes ingresaron al local ubicado en Tucumán y Cereceto, Capital. Ambos con los cascos puestos, en ese momento uno de ellos sacó una maza y rompió a mazazos el blindex que separa a los empleados de la firma de los clientes. Una vez destruido el vidrio, se llevó $580.000 en efectivo. Los malvivientes aún se encuentran prófugos de la Justicia.
Lo que parecía una jornada de trabajo normal, se convirtió en una pesadilla para Natalie Aida, de 45 años de edad. Todo marchaba sobre ruedas cuando los dos ladrones ingresaron al comercio en el que trabaja de cajera. El mayor susto fue cuando uno de los malvivientes sacó una maza de gran tamaño. No fue suficiente un golpe para destruir el vidrio blindado, que está fabricado para darle mayor seguridad a los trabajadores, sino que tuvieron que golpear varias veces con violencia el vidrio para destruirlo.
Ambos sujetos amenazaron a la cajera, que entregó todo el dinero, unos $580.000, y hasta su teléfono celular. Con el botín, los ladrones se dieron a la fuga en una moto de 110 cilindradas. La trabajadora aportó varios datos a la policía, informó que el conductor de la moto tenía puesto un pantalón azul, roto en la rodilla y un casco negro mientras que el acompañante llevaba una camisa de grafa de color marrón claro, un pantalón largo, una mochila combinada color rojo y negro y debajo, se le podía ver una remera o una camisa de color rojo.
El robo se produjo a tres cuadras de la comisaría 3°, de Concepción. Sobre los delincuentes aún no hay noticias. Serán claves las imágenes de las cámaras de seguridad, que son requisito indispensable para abrir un San Juan Servicios en la provincia.