Un portero sanjuanino de 61 años pasó dos meses tras las rejas por una falsa acusación de abuso sexual. Fue una menor de 14 años quien, estando embarazada, dijo que había sido el portero de su escuela quien la violó en un baño de la institución educativa. Todo ocurrió en la escuela EPET N° 6, en Rivadavia, San Juan. Ahora, con el resultado de ADN en mano, el juez tuvo que sobreseer hombre porque no era el padre del bebé de la adolescente.
La acusación se dio en noviembre cuando los padres de la niña se dieron cuenta de que estaba embarazada y ella acusó directamente al portero. Inmediatamente el hombre fue detenido y alojado en los calabozos de la Comisaría 34. Sin embargo, tras la Cámara Gesell de la niña el juez notó inconsistencias en el relato. Según publicó el diario Tiempo de San Juan hubo "contradicciones e incongruencias" en lo que contó la adolescente. Por eso, el magistrado primero dictó la falta de mérito y excarceló al trabajador.
Entre esas contradicciones estaba que el baño donde la menor denunció haber sido violada estaba a escasos metros de la preceptoría, tenía puerta reja que permitía visibilidad y sonaba raro que todo pudiese haber ocurrido sin que nadie viera nada. Además, la víctima dijo que el portero la violó durante el turno mañana, cuando en el establecimiento escolar había más de 210 alumnos y unos 30 mayores en el lugar trabajando.
Los primeros días de febrero el bebé nació y se le practicó la prueba de ADN con resultados irrefutables: el padre no era el portero. Es por eso que el juez dictó la falta de mérito y dejó libre de toda culpa al hombre. Ahora investigan si efectivamente la menor fue violada y quien sería el autor del abuso.
