Carlita tiene 10 años y sufre de un problema pulmonar que no le permite respirar por sus propios medios. Para vivir necesita de un respirador artificial, pero sobre todo de la energía eléctrica para conectar dicho aparato. Su madre, Yanina Guzmán, contó que su familia atraviesa una complicada situación económica y pidió ayuda para pagar las altísimas boletas de luz que llegan a su casa, para así salvar la vida de su hija.
"Estamos pagando 4 mil pesos en Energía San Juan. Yo hice un esfuerzo enorme para pagarlo porque si no me iban a llevar el medidor y si me lo llevan, Carlita no respira. Me quise inscribir a la boleta social pero había sido rechazado. Me dijeron que para la tarifa social la niña debe ser titular del suministro de energía, pero es imposible porque es menor", señaló la mujer a Canal 13.
La última boleta que llegó a su casa fue de 4 mil pesos, pero como no podía pagarla fueron los médicos que asisten a la menor quienes realizaron una colecta y ayudaron a pagar el monto. La mujer explicó que ya hizo los trámites pertinentes en la empresa que provee la luz pero no tuvo respuestas favorables.
"Fui al EPRE, me atendieron y me sacaron un formulario electrodependiente pero a nivel nación. Tenía que enviarlo a Buenos Aires, pero había una respuesta de 4 a 6 meses. No puedo seguir pagando boletas de 4 mil pesos. Es imposible para mí, hay que mantener la internación domiciliaria, una estantería de drogas y mantener el alquiler de los aparatos", relató Yanina.
La pequeña es una paciente electrodependiente, está conectada las 24 horas del día a un respirador, monitor, colchón antiescaras y aspirador. Carlita padece hidrocefalia, displasia pulmonar y un nuevo diagnostico dice que tiene pubertad precoz. "Ella nos conoce a mí y a los enfermeros por la voz y el olor. Tiene desprendimiento de retina y no puede ver bien. No puede hablar porque tiene traqueotomía", explicó la mamá.