Martín Herrera, el bolichero acusado de abuso sexual con acceso carnal contra una joven, ingresó a Tribunales para ser juzgado. Con una desafiante sonrisa en su rostro, aseguró ante los micrófonos de Canal 8 que es "totalmente inocente". Ahora será la Justicia la que determine si cometió o no un delito.
El hecho ocurrió en 2016, cuando la víctima tenía 19 años. Esa noche, mientras tomaba algo con una pareja de amigos, la denunciante asegura que el dueño del boliche la drogó con una sustancia blanca. Comenzó a sentirse mal y atinó a ir al baño cuando Herrera se ofreció a acompañarla. La joven se desvaneció en el baño del lugar y al recobrar la conciencia descubrió que había sido abusada sexualmente.
Tras el hecho, la víctima, que era virgen (lo cual fue constatado por el médico legista), decidió realizar la denuncia. Un mes después, Herrera fue detenido y procesado. El acusado asegura que esa noche fue una "noche común, como una más".
En la puerta de Tribunales organizaciones feministas organizaron un "ruidazo" para pedir la condena del bolichero. Una de las manifestantes, amiga de la víctima, asegura que la misma se encuentra aún gravemente conmocionada por lo sucedido. "Le cuesta caminar por la calle sola, tomarse un colectivo. El entorno del violador la amenaza constantemente", afirmó.