Insólito. Con celulares y conexión a Internet, presos del Servicio Penitenciario de San Juan estafaron a un conocido hipermercado. A través de compras online con tarjetas de créditos de otras personas, los presidiarios adquirieron ilegalmente materiales de construcción y electrodomésticos. Efectivos policiales llevaron a cabo 8 allanamientos y lograron secuestrar todo lo denunciado, además de detener a las esposas de dos internos.
De acuerdo a la publicación de Tiempo de San Juan la firma damnificada es Easy, con sede en el departamento Capital. Los directivos del hipermercado hicieron la denuncia hace más de una semana después de recibir reclamos de clientes que desconocían compras hechas con sus tarjetas. Se trataba de más de 25 mil pesos efectuados entre enero y septiembre. Pero lo que alertó a las autoridades fue que los plásticos pertenecían a personas de Mendoza y Chaco, y el pago se había realizado con un número de teléfono de San Juan. Además, todas las compras tenían un mismo destino: Villa Mariano Moreno, Barrio Constitución y Valle Grande.
Denunciado el caso intervinieron los efectivos de Defraudaciones y Estafas. En principio descubrieron que las llamadas salían del interior de la cárcel de San Juan y desde cuatro celulares distintos. También notaron que las esposas de dos detenidos estaban implicadas, ya que eran ellas quienes recibían el material y los electrodomésticos que compraban sus parejas con las tarjetas robadas.
Por orden del juez de Instrucción Guillermo Adárvez los policías llevaron a cabo ocho allanamientos y hallaron bolsas de cementos, piletas de lona, metros de machimbre, adornos navideños, aires acondicionados, lavarropas y otros productos. Toda la mercadería cotizaba más de 1 millón de pesos. Macarena Zárate (24) y Beatriz Quiroga (29), ambas concubinas de internos del Penal, fueron apresadas como participes del hecho.
En cuanto al modus operandi de los estafadores se supo que el fraude se realizó a través de llamadas telefónicas y utilizando tarjetas de créditos de otras personas. Se investiga si los internos hicieron otras compras y cómo fue que obtuvieron todos los datos de los verdaderos titulares de las tarjetas de crédito.