Víctor Álvarez es el marido de Stella Maris, la sanjuanina que murió en Río Negro tras una ligadura de trompas. Stella había tenido a su tercer hijo y por eso había decidio someterse a la operación. Según informó el Diario de Río Negro, la sanjuanina ingresó al Hospital Francisco López Lima el miércoles 10 de julio, cerca de las 22 horas.
"El jueves a las 8 la operaron y a las 18 horas le dieron el alta. Pero empezó a sentir mucho dolor y a las 2 de la mañana del viernes la llevé al hospital, nos dijeron que eran sólo gases", relató Víctor. En el nosocomio, le aplicaron un inyectable y la mandaron de vuelta a su casa con la promesa de que el dolor cesaría y que no era nada grave. Sin embargo, con el correr de las horas, según contó Víctor, el dolor se puso peor y tuvo que volver a llevarla al hospital.
"Estaba descompuesta, se puso muy amarilla", explicó el viudo. El viernes, a las 6 de la mañana, el matrimonio regresó al nosocomio pero la joven ya tenía un cuadro mucho más grave y por eso una médica de guardia la dejó internada. "Ese viernes le encontraron líquido y me explicaron que se iba a absorber de manera natural, que era normal. Después empezó a vomitar líquido verde. Una médica me dijo que se le podía haber paralizado el estómago. Ella tenía miedo, estaba muy fría", detalló Víctor.
Según el hombre, los médicos siempre le dijeron que se trataba de gases y que pronto se calmarían pero eso nunca ocurrió. Un profesional, esa misma noche, le habría explicado a Víctor que a su mujer le perforaron el intestino durante la operación y que eso le provocó una peritonitis aguda. "El médico que la operó vino a verla 30 horas después de la operación y dijo que podía ser psicológico. Después no volvió más", aseguró el viudo. Stella Maris fue llevada a cirugía para tratar de salvarla pero no hubo nada que pudieran hacer al respecto y murió este domingo al mediodía. Ahora, avanza la investigación para saber si se trató de un caso de mala praxis.