En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán, ubicada en la tradicional Quinta Agronómica, fue epicentro de una jornada que buscó romper con un mito cada vez más popular entre adolescentes y jóvenes: que vapear es seguro.
La actividad fue organizada por el Ministerio de Salud Pública, a cargo del doctor Luis Medina Ruiz, en conjunto con la Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la UNT, a través del Programa Provincial de Lucha Antitabáquica. El objetivo fue claro y contundente: alertar sobre los peligros del cigarrillo electrónico y prevenir su consumo entre estudiantes.
Con una dinámica lúdica y participativa, la propuesta se instaló en las puertas del comedor universitario, uno de los puntos de mayor tránsito juvenil. Allí, profesionales de la salud invitaron a los alumnos a sumarse a juegos, trivias y preguntas de verdadero o falso, en un espacio ameno pero con un mensaje de fondo crucial: el vaper no es un juego.
“Fumar sigue siendo fumar, aunque venga en otro envase”
La doctora Ariela Tarcic, neumonóloga y referente del programa, fue una de las voces clave en la jornada: “Los chicos empiezan cada vez más temprano, a los 12 años. Por eso es vital que comprendan el daño real que causa el vapeo. Esta es una nueva forma de fumar, más silenciosa pero igual de peligrosa”, advirtió.
Tarcic subrayó que la normalización del uso de cigarrillos electrónicos es una amenaza creciente para la salud pública, especialmente porque se presentan como “menos dañinos” o incluso “seguros”, lo cual es rotundamente falso: “Estamos haciendo una prevención activa, llegando a las escuelas y universidades para frenar el inicio o continuidad del hábito. El objetivo es que estos jóvenes se conviertan también en promotores de salud”, agregó.