En una labor conjunta entre el Ministerio de Salud, encabezado por el doctor Luis Medina Ruiz, y la Fundación Elena Barraquer de España y la cátedra de Oftalmología de la Universidad Nacional de Tucumán, se restauró la visión de 55 pacientes con cataratas, residentes de la localidad de Amaicha del Valle. En un importante operativo médico-quirúrgico, vecinos y vecinas de Alta Montaña, pudieron acceder a esta intervención, realizada por un equipo de expertos médicos.
En este aspecto, el ministro de Salud, presente en el operativo, destacó la importancia del trabajo en equipo entre el sector público, privado y organizaciones no gubernamentales, siguiendo los lineamientos del gobernador Osvaldo Jaldo.
“Hoy es un día histórico que nos llena de esperanzas, vivimos en un mundo muy convulsionado y ser parte de este tipo de acciones es realmente reconfortante. Estamos junto a la Fundación Elena Barraquer (España) quien organiza expediciones médico-quirúrgicas a lugares remotos del mundo para llevar a cabo cirugías de cataratas con el fin de restaurar la vista. Además, acompañados de excelentes profesionales de la actividad privada, pública, de la Universidad, todos trabajando en equipo por el bien de la comunidad”, subrayó el titular de la Cartera Sanitaria provincial.
“Hoy 55 personas se van a beneficiar con su capacidad visual, muchos de ellos saldrán de la ceguera y cambiará rotundamente su vida. Esto se da en un contexto donde, excelentes profesionales, están dejando su confort, su familia y descanso, para venir a operar a los Valles de forma gratuita e intentar cambiar el mundo”.
Medina Ruiz destacó el trabajo articulado de todos los organismos y profesionales participantes, que hicieron posible el éxito de la jornada: “Todos ellos médicos, prestigiosos, con mucha vocación de servicio, instrumentistas, enfermeros y toda nuestra gente que trabajó de forma incansable en la organización, la provisión de los insumos y gracias a todos ellos más de 50 personas serán operadas de cataratas hoy en Amaicha y alrededores”.
A su vez, el oftalmólogo doctor Gerardo Valvecchia, quien vino de Buenos Aires a formar parte del operativo, expresó su agradecimiento al gobierno de Tucumán, que habilitó las instalaciones y elementos necesarios, así como también a la Sociedad Oftalmológica de Tucumán, ya “que sin ellos no hubiese sido posible ya que los médicos tucumanos son los que están operando y ellos ayudando con la logística”.
Y agregó “Soy parte de la Fundación Elena Barraquer, y este tipo de intervención la llevamos a cabo en África, América y varios lugares donde siempre la logística es lo más difícil, ya que se debe juntar muchas personas que son los que verán al paciente y todo requiere de meses de preparación. Entre traslados, controles hoy está funcionando todo perfectamente bien”.
Asimismo, el doctor Rafael Tisera, profesor de la Cátedra de Oftalmología de la Universidad Nacional de Tucumán, resaltó la relevancia del trabajo sinérgico entre el Ministerio de Salud Pública, la Fundación Elena Barraquer, y la cátedra de Oftalmología: “Todos juntos podemos lograr esta obra realmente magnífica, si bien esto en la capital de San Miguel de Tucumán se puede hacer, estando acá se hace muy cuesta arriba ya que se complica el traslado, los acompañantes, costos operativos y optan por dejar su vista así. Es por esto que venimos a resolver su problema en su lugar de residencia y eso para ellos no tiene parangón”.
El doctor Pedro Nuova, Presidente de la Sociedad de Oftalmología de Tucumán declaró: «Hoy estamos realizando estas cirugías aquí en los Valles Calchaquíes para personas de alta montaña, una experiencia inédita en Tucumán, histórica para esta localidad. Estamos muy contentos, como sociedad de oftalmología, de haber podido organizar, poniendo nuestro granito de arena en un todo. Otra parte muy importante es el Ministerio de Salud de la provincia y la Fundación Helena Barraquer de España, que su jefe en Latinoamérica es Gerardo Valvecchia, que es un gran cirujano de Argentina, creo que uno de los mejores de Argentina y uno de los mejores argentinos de Latinoamérica. También está presente la cátedra de oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, cuatro instituciones colaboraron , subieron un microscopio quirúrgico, así se pusieron de acuerdo para brindarle la extensión comunitaria, es decir, devolverle un poco a la comunidad todo lo que nosotros hemos aprendido en nuestras carreras universitarias y de posgrado» remarcó.
Por su parte, el doctor Pablo Damonte expresó que «Es muy gratificante ver la alegría de la gente, lo bien que se han portado, cómo han colaborado. Quiero destacar el apoyo de Facu Extrema, que es el grupo de trabajo del doctor Valvecchia, el jefe. La fundación Elena de Barraquer, que es de España, que ha colaborado con muchas cuestiones logísticas y sobre todo la sociedad de oftalmología de Tucumán. Los médicos locales, los oftalmólogos, todos hemos dejado nuestro trabajo. Ellos hace rato que están preparando los pacientes, haciendo el scouting, evaluando los jóvenes, los no tan jóvenes y los que ya peinan canas como yo. Y el Ministerio de Salud, apoyando todo esto, entonces conjuntamente, todas las personas, los médicos que estamos encargados de la salud de la población, estamos tratando de disminuir la ceguera por esta enfermedad, que la catarata es normal tenerla. Y poder llegar y ayudar es un placer, hoy domingo estamos aquí trabajando sin descanso y con alegría. Para nosotros es muy gratificante, muchos de nosotros trabajamos en forma ya privada, hicimos nuestra etapa en hospital y volver a estar en el frente de batalla ayudando y acompañando, nos rememora la juventud, la época de los inicios y estar con ellos tan agradecidos. Estos pacientes realmente nos dan mucha felicidad porque sentimos que nuestro trabajo vale la pena».
El médico oftalmólogo, Ignacio Lischinsky destacó la articulación entre ministerio, fundación y universidad, además de resaltar que “sin la ayuda de más de 20 médicos oftalmólogos, que pudiendo estar descansando en sus hogares, decidieron involucrarse con la sociedad”.
“Esto es algo que nos nace del del corazón, las ganas de ayudar, con todo lo que aprendimos y lo que nos formamos es gratificante poder volcarlo en la sociedad y eso nos llena de alegría”.
Hacia el final, el doctor Luis López Fernández, que es médico oftalmólogo de la Facultad de Medicina y miembro del Sistema Provincial de Salud, reveló que este proyecto comenzó tiempo atrás, con el trabajo de los agentes sanitarios de la zona que detectaron e informaron de la presencia de numerosos pacientes con cataratas. A través de esta información los profesionales realizaron revisación y diagnóstico formal, para establecer quienes requerían intervención quirúrgica “y en el día de hoy finalmente están siendo operados”.
“Contamos con oftalmólogos, instrumentadoras que también son del sistema público y privado. Hicimos los controles primarios y la semana que viene volvemos a controlar y dar el alta a los pacientes. Esto fue algo muy importante para nosotros, nos saca de nuestro lugar de confort que es el consultorio, el quirófano todo preparado y venimos a armar unos quirófanos de campaña en una policlínica que está muy bien armada donde montamos dos quirófanos para operar de forma simultánea, nos conmueve mucho hacerlo y nos reconforta muchísimo”, concluyó el profesional.
La jornada demostró su éxito no solo por la cantidad de pacientes operados, si no por los testimonios de los beneficiarios, que en la oportunidad agradecieron la labor de todo el personal de salud involucrado. Es el caso de José Pérez, quien acompañó a su padre nonagenario a realizarse la intervención: “Esto es algo muy bueno, el tiene la oportunidad de operarse aquí y es algo de no creer, no tiene que tomar un colectivo ni costear la operación, es algo gratuito y la verdad que estamos todos con mucha alegría”.
También la vecina Tomasa Suárez, opinó que “Esto es algo tan importante para nosotros, me evitó un montón de gastos que no iba a poder afrontar y esta cirugía cambiará mi vida. Tengo 63 años, pero no escucho y tampoco veo bien, eso a partir de ahora va a cambiar. Esto es algo muy bueno para el pueblo, yo soy de Ampimpa y llegar a esta cirugía para mi es un sueño”.
Fidel Silvano Ornella, oriundo de Colalao del Valle, a sus 80 años había perdido la esperanza de acceder a una operación de este tipo, por la distancia y los costos, por lo que expresó: “Estoy muy agradecido por esta oportunidad que va a cambiar mi vida”.
Los pacientes operados, muchos de los cuales no podrían haber accedido a esta cirugía debido a los altos costos, han expresado su gratitud por esta oportunidad. Ahora, podrán recuperar su independencia y mejorar su calidad de vida.