Hace unos meses, un equipo de profesionales dirigidos por la ingeniera química, docente de la Universidad Nacional de Salta e investigadora del CONICET, Verónica Rajal, detectó la presencia del virus SARS-CoV-2 en las aguas residuales y superficiales de la Capital salteña. El estudio continúa y se actualiza cada un determinado tiempo con el objetivo de estimar la magnitud de las personas asintomáticas y así establecer la diseminación viral.
Este viernes, Rajal señaló que según la última medición de hace 10 días, los alrededores del Hospital Papa Francisco, es una zona de alta circulación del virus. También indicó que este procedimiento donde se analizan las zonas de mayor circulación de acuerdo al incremento de la presencia del virus en las aguas residuales, fue variando a lo largo de estos primeros meses del año. Antes de la zona sureste, hubo alta circulación en zona este y norte.
El muestreo en los ríos Arenales, Mojotoro y La Caldera comenzó en julio, mientras que el monitoreo en 13 bocas de salida de aguas residuales ubicadas en diferentes puntos de la capital salteña se realizó desde el 13 de agosto. El mismo registro se venía realizando desde hace un año en las aguas cloacales de la localidad fronteriza de Salvador Mazza en busca de otros patógenos.