En la continuidad del juicio por el femicidio de Jimena Salas declaró la psicóloga que entrevistó a una de las hijas de la víctima a través de la Cámara Gesell. Las menores, que en ese momento tenían 3 años, estuvieron en la escena del hecho y alguien las encerró dentro del baño, de donde más tarde las sacó su papá.
La licenciada Laura Silisque especificó que debido a su edad, la niña no pudo proporcionar datos sobre el aspecto físico del hombre que entró a su casa y atacó a su mamá. Contó que lo llamaba “chico malo” y que tenía un perro marrón “a upa”. Enfatizó que la nena tenía tres años en ese momento y contextualizó que su edad evolutiva implicaba que tuviera algunas limitaciones para verbalizar lo que había vivido porque a esa edad recién estaba adquiriendo las capacidades lingüísticas. Recalcó que no se trata de un rasgo de su personalidad, sino de su edad madurativa.
“Con frases muy cortas y como pudo, relató que había atravesado un hecho de violencia. Ella comentó que había ingresado una persona al domicilio, que había discutido con la madre, que era de sexo masculino. Ella le decía el chico malo. Recuerdo que comentó que había visto pelear a la mamá y que el chico en un momento la encierra a ella en el baño con la hermanita y después el papá las salva”, sostuvo Silisque.
Días atrás declaró la tía de la menores, Natalia Ruiz, quien también las cuidó durante los días posteriores al femicidio. La mujer contó que la menor utilizaba unas muñecas para graficar el asesinato de su mamá. “Siempre Ken mataba a la Barbie y hacía referencia al asesino como el ‘señor malo’, ‘el hombre malo”, reveló.