"Tienen un interpretación que es lógica, justa, por que ustedes son los que trabajan, y yo me acerco aquí, por que para ser escuchados en su momento (…) se ubicaron en la ruta y cortarla, para ser escuchados" comenzó el juez federal de Tartagal, Carlos Martínez Frugoni.
El magistrado manifestó su entendimiento a las medidas de fuerzas adoptadas por los bagayeros, justificando de alguna forma, la necesidad de los trabajadores de frontera de ser escuchados.
Los representantes de bagayeros comenzaron expresando el problema laboral que cae sobre Orán, y la necesidad de cientos de familias de buscar una solución a este problema. Según manifestaron, la mayoría de las personas vive del bagayeo, es decir, pasando bultos con mercaderías que van desde indumentaria hasta electrodomésticos, desde Bolivia al norte de la provincia de Salta.
En ese sentido explicaron que no les dieron tiempo a adaptarse a las nuevas medidas impositivas. "No las entendemos mucho la resolución: no nos han capacitado," expresó uno de los representantes. A su vez, explicó que no comprenden las tecnologías (computadoras) que hay en AFIP y no entienden como moverse a través de ellas. El hombre explica que tienen otra educación. "No estamos en la altura de ocupar esas tecnologías modernas. No tenemos esa altura en la educación y por eso nos vemos afectados."
El representante pidió al Juez que interceda para flexibilizar el nuevo régimen, y les proporcione un tiempo prudencial para prepararlos bien. "Que AFIP nos prepare, que nos orienten, que nos socialicen, para poder estar en ese nivel donde podemos se microimportadores."
Bagayeros expresaron que la modernización de la industria y a su vez, la crisis, llevó a que muchas familias queden sin trabajo y por ende sin fuente de ingreso en Orán, y que por eso protestan, ya que intentan proteger el medio de vida a través del cual pueden proveer para sus familias.
Otra de las representantes de bagayeros expresó que con el nuevo régimen, "no vemos un centavo," pero que nunca le dijeron que no, sino que necesitan una prórroga de un año para ponerse al día, realizar un censo, regularizarse, realizar una contrapropuesta y formar cooperativas, todo con el asesoramiento y la capacitación necesarias.
La mujer explicó que les habían prometido asesoramiento antes de ejecutar el nuevo régimen, pero que el asesoramiento nunca llegó.
El juez intervino y explicó la importancia de pasar por la aduana y escanear los bolsos para la detección de drogas, y los bagayeros se mostraron de acuerdo, reconociendo que había gente que lo hacía.
Luego de una breve pausa en la que el Juez realizó un llamado para comunicarle las inquietudes al gobierno, Martínez Erugoni les dijo que desde el gobierno le comunicaron que los bagayeros pueden volver a trabajar sin restricciones.
También les dijo que tendrán una prórroga de un mes que se irá renovando o no, y que a su vez, enviarán personal para capacitar a todos los microimportadortes.
En cuanto a las personas que hayan tenido problemas con la Justicia o AFIP, manifestó que el gobierno buscará la manera de ayudarlos con la regularización, y hacer "borrón y cuenta nueva de aquí en adelante."
El juez hizo hincapié en la necesidad de que las personas se inscriban en AFIP urgentemente, así como que utilicen el paso aduanero y que quedan prohibidos los pasos no autorizados.