Según el relevamiento realizado sobre el último mes de febrero por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), una familia tipo -que se estima compuesta por cuatro personas, una pareja con dos hijos- necesitó en el mes de febrero de 25.900 pesos para no ser pobre.
Por otra parte, el Instituto agregó que una familia tipo necesitó en febrero 10.300 pesos para alimentarse adecuadamente durante 30 días y no caer por debajo de la línea de indigencia, así lo señaló el titular de la institución, Federico Maigua.
En esta línea, Maigua indicó que el aumento del precio de los combustibles fue un factor clave en la suba de la canasta básica, ya que el encarecimiento del flete repercute directamente en el precio de los productos, y este impacto se ve reflejado en las góndolas.
Las ventas en los negocios barriales y céntricos cayeron drásticamente, dijo y lamentó el cierre de numerosos comercios céntricos en la ciudad ante la caída de las ventas.