Mientras cenaba en una pizzería de San Lorenzo, el juez Pablo Farah sufrió un escrache por parte de Marisa Peñalva, quien irrumpió filmando y reclamando "la injusticia por la muerte de su sobrina". La mujer es la tía de Luján Peñalva, de 19 años, quien fue encontrada sin vida junto a Yanina Nuesch (16), en un descampado del barrio San Carlos en julio de 2012.
El escrache se viralizó, y la Asociación de Jueces de la provincia de Salta repudió la situación vivida por el juez Farah. A su vez, el abogado querellante de la familia Peñalva, Pedro García Castiella, renunció a la causa alegando cuestiones de salud.
"La Asociación de Jueces del Poder Judicial de Salta manifiesta su preocupación por el "escrache" al juez de la Sala III del Tribunal de Juicio, Dr. Pablo Farah, realizado por los familiares de la víctima de una causa en trámite", manifiesta el comunicado de la Asociación, destacando la gravedad de la situación y aludiendo a que "estaban presentes miembros de su familia, entre ellos su hija menor de edad", destacando además que el escrache se amplificó infinitamente por haber sido replicado por WhatsApp.
En ese sentido advierten que "los familiares de una causa en trámite no pueden abandonar el camino judicial para intentar una vía ajena al mismo como lo es el denominado "escrache', acción intimidatoria que afecta a todos independientemente de la función pública que se cumpla, en este caso al magistrado de mención. Ante dicho escenario la Asociación de magistrados manifiesta su enorme preocupación y lo hace extensivo al resto de las instituciones judiciales de la provincia y la nación."
Por otro lado, en respuesta al comunicado emitido por la Asociación de Jueces, la familia Peñalva dio a conocer sus razones para tal accionar: "La familia Peñalva manifiesta su preocupación por el intento de intimidación judicial ante el reclamo al juez Farah por parte de una de sus víctimas denominado por la Asociación de Jueces de la provincia como 'escrache'. Lamentamos si algún niño/a presenció ese reclamo, como también lamentamos las muertes que terminarían impunes por el encubrimiento como jueces como Farah y Arancibia".