Tras una larga y dolorosa lucha, murió Mery Sánchez, la empleada del Hospital Del Milagro que contrajo meningitis cuando estuvo internada por una úlcera en el nosocomio donde trabajaba.
La mujer llevaba tres meses enferma y estaba en la terapia intensiva del Hospital Del Milagro. En una entrevista con El Tribuno, su familia contó lo difícil que fue llevar adelante su tratamiento.
El 25 de septiembre los médicos les indicaron a los familiares de Mery que debían suministrarle cuatro ampollas diarias de Anfotericina Liposomal durante 14 días. Es decir un total de 56 ampollas, cuyo valor de mercado es de once mil pesos cada una. Esto totaliza un monto de $616.000.
Con la receta en mano, Silvia, hija de Mery, fue al IPS donde le dijeron que la receta no tenía la historia clínica correspondiente que especifique por qué era vital esta medicación que ellos no cubren.
Luego habló con el abogado de ATE porque concluyó que su mamá había contraído el virus en su lugar de trabajo, es decir el hospital. Le llevó la historia clínica de Mery pero nunca obtuvo respuesta.
"El viernes mi hermana estaba mal pero todavía consciente. Incluso los médicos le comunicaron que iban a tener que hacer diálisis. Esto quiere decir que los riñones ya no le funcionaban", contó Yolanda, hermana de Mery.
Mery era auxiliar administrativa desde 2012 en la Secretaría de Micología del Hospital Señor del Milagro. "Allí realizaba el lavado de pipetas y tubos de muestras, incluso sin material de protección descartable. Ellos (el hospital) sabían que esto estaba pasando. Mery ingresó al hospital con una trombosis en la pierna, le dieron de alta y a los días tuvo una descompostura. Nunca más salió Del Milagro", recordó Yolanda.