El lunes, Rosana Luna llegó desesperada con su hijo en brazos a pedir ayuda en una comisaría salteña ubicada en el pasaje Miramar al 400, entre San Martín y Buenos Aires. El pequeño de diez meses no podía respirar y ya no tenía signos vitales.
Allí se encontró con los policías Verónica Torres y Maximiliano Barroso que actuaron rápido y le practicaron las maniobras de primeros auxilios que le salvaron la vida.
“Le realizamos la reanimación logrando que pudiera vomitar y volviera a respirar”, contó la oficial.
Luego subieron a un móvil policial y lo llevaron en el al Hospital Materno Infantil para que lo atienda un médico. El niño que se llama Francisco está ahora en perfecto estado de salud.