El mercado de abasto de Orán está en el centro de la polémica. En los últimos días no solo hubo tensión con los feriantes que querían trabajar a pesar de que el COE del municipio había dispuesto su cierre temporal por precaución, sino que además agentes sanitarios que fueron a desinfectarlo lo encontraron en un estado deplorable.
En el enorme predio había focos de hantavirus, una enfermedad trasmitida por roedores como las ratas y también criaderos de larvas del mosquito Aedes aegypti, transmisor de dengue, chikungunya y zika.
Tras el aumento de contagios de coronavirus en Orán, el intendente Pablo González dispuso cerrar el mercado durante una semana para evitar la propagación de la infección.
Un grupo de feriantes no estuvo de acuerdo con la decisión del jefe comunal e intentó abrir sus puestos. Sostenían que allí había frutas y verduras que necesitaban vender antes de que se pudran. Hubo tensión con la policía y ocho vendedores terminaron detenidos.