Todo comenzó cuando un hombre que se desempeñaba como docente en una escuela secundaria de la zona norte de Salta fue denunciado por los padres de dos alumnas de las que abusó tocándolas de manera indebida.
El juez Javier Aranibar, luego de recibir la confesión del acusado y la aceptación de los hechos que se le imputan, lo condenó a la pena de 3 años de prisión condicional, le impuso reglas de conducta y la prohibición de contacto y acercamiento con las víctimas y su familia.
En el mismo fallo, dispuso la extracción de material genético del imputado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.