El pasado viernes finalizó la audiencia de debate contra Carlos Enrique Uriburu, imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por la guarda y por ser cometido por encargado de la educación en concurso real con el delito de corrupción de menores, con coacción y privación ilegítima de la libertad en perjuicio de una adolescente de 15 años que era su alumna.
Tras la recepción de los últimos testimonios, se dio paso a los alegatos de las partes y durante la tarde, el Tribunal integrado por los jueces Norma Beatriz Vera, Ángel Longarte y Maximiliano Troyano, dio a conocer su veredicto.
En el fallo, condenaron a Uriburu a la pena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo y ordenaron que se le extraiga material genético por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
La denuncia fue radicada por la madre de la menor, quien relató que el profesor de Música del colegio secundario de Salta al que asistía su hija, Carlos Enrique Uriburu, le ofreció la oportunidad de que la adolescente de 15 años tomara, en su casa, clases particulares en forma gratuita como premio por su buen desempeño.
La mujer explica que ella la acompañaba pero que a veces se dificultaba por los horarios. Con el tiempo, el docente y su esposa se ganaron la confianza de la madre, logrando que la dejara en el domicilio con la promesa que luego la acercarían a su casa.
La madre explicó que empezó a notar cambios en la conducta de su hija, lo que le llamó la atención y decidió averiguar los motivos, es así que pidió ayuda a una hija mayor y pudo saber que la adolescente fue abusada en más de una oportunidad por Uriburu mientras le daba las lecciones particulares, y que luego la amenazaba para que no revelara lo que sucedía.
La víctima relató a su hermana que además de abusar de ella, el docente y su esposa pretendían comprar su silencio comprándole regalos frecuentemente y que la querían convencer de que se fuera a vivir con ellos.