El partido entre Newell’s y Rosario Central por el torneo de la Asociación Rosarina de Fútbol de Salón (Arofusa) finalizó 1–1, pero el resultado quedó en segundo plano por el clima de violencia que se desató a la salida. Un grupo identificado con la Lepra atacó a la delegación canalla cuando abandonaba el estadio, pese a que el encuentro se jugó sin público.
Integrantes de Central denunciaron que sufrieron golpes y que varios autos quedaron con vidrios destruidos y abolladuras producto de piedras y palos. Imágenes y posteos en redes replicaron los daños sobre los vehículos, mientras el plantel describió el episodio como una “emboscada” en el Parque Independencia.
Además de los destrozos materiales, hubo agresiones físicas que incluyeron empujones, golpes y hasta una mordida en medio de los empujones del cierre. La delegación visitante sostuvo que el operativo de salida fue insuficiente para prevenir el ataque.
La Arofusa tomó nota del episodio y, de acuerdo con trascendidos institucionales, evalúa los informes elevados por árbitros y veedores para definir posibles sanciones deportivas y disciplinarias en los próximos días. La mesa directiva había endurecido su postura en el año frente a hechos similares en otras canchas.
A la par de los procedimientos administrativos, se espera la radicación de denuncias y la revisión de cámaras en el perímetro del estadio para identificar a los agresores y cuantificar los daños. Dirigentes y protagonistas pidieron “medidas ejemplificadoras” y mejores esquemas de prevención para los próximos encuentros.
