Después del verano más violento en la región, el departamento Rosario ya suma 100 homicidios en lo que va de 2023. De acuerdo a la estadística oficial, la cantidad de casos aún tiende a incrementarse tras el récord negativo del año anterior, que finalizó apenas por debajo de las 300 muertes.
A principios de marzo, la Nación envió 400 gendarmes para fortalecer la política de seguridad en la región. Días antes, el crimen de Máximo Jerez (11) desató una pueblada en el barrio Los Pumitas cuando la ciudad ya era noticia mundial por la balacera en el supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo y las amenazas a Lionel Messi.
Luego del cambio de conducción del comando unificado de las fuerzas federales y el anuncio de la llegada del Ejército para proyectos de urbanización, hubo una leve baja de homicidios en Rosario. Febrero cerró con un promedio escalofriante de una muerte cada 21 horas y en las semanas siguientes se sumaron menos casos, pero la tendencia creciente aún no se revierte.
La única vez que en Rosario se reportaron más de 100 víctimas en los primeros cuatro meses del año fue en 2014. En aquella oportunidad se registraron 103 asesinatos hasta abril. El conteo hasta diciembre trepó a 254 personas fallecidas, un 13 % menos en comparación con el total récord de 2022: 292 personas fallecidas.
Desde el inicio de 2023 hasta marzo se confirmaron 80 muertes en el departamento: 26 en enero, 32 en febrero y 22 en el mes siguiente. Según el último informe del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe (OSP), en Villa Gobernador Gálvez hubo ocho asesinatos. La lista se completa con dos episodios en Pérez, uno en Granadero Baigorria y otro en Ibarlucea.
A diferencia de lo que ocurrió en el primer trimestre, en abril no se reportaron homicidios fuera de Rosario. El acumulado del inicio del segundo trimestre comprende 20 víctimas fatales. La última fue Yair Márquez (17), un adolescente que murió tras haber sido baleado en la zona oeste de Rosario.
El narcotráfico y la economía ilegal como el motor de la violencia en Rosario
A principios de abril, un gendarme que estaba de civil mató a un supuesto ladrón de cables en la zona norte de Rosario y quedó bajo prisión preventiva por 60 días. Semanas más tarde, un policía retirado se tiroteó con dos delincuentes y uno falleció en inmediaciones de los barrios Echesortu y Azcuénaga.
Sólo el último de estos hechos fue considerado como un caso de legítima defensa por los investigadores judiciales. Si bien hubo un leve aumento de los homicidios en contextos de robo durante la primera parte de 2023, la economía ilegal sigue siendo el principal contexto de los asesinatos en la ciudad y la región.
El informe del OSP sobre el primer trimestre indica que dos de cada tres muertes están vinculadas a la actividad de organizaciones criminales. Apenas un 6,3 % tiene relación con conflictos personales, la misma proporción de episodios ligados a robos o asaltos.
El año pasado, la zona noroeste de Rosario fue uno de los sectores más conflictivos del mapa de la violencia armada. El aumento de la presencia de las fuerzas federales de seguridad no cambió drásticamente el escenario. Hasta el momento, en 2023 se registraron 19 homicidios en los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial, entre otros; casi uno de cada cinco casos en el acumulado.