Una entrevista a Miguel Ángel Russo tuvo gran repercusión desde este miércoles por el llanto contenido del director técnico de Rosario Central. El entrenador del último campeón argentino se emocionó a lo grande cuando recordó su dura infancia y el rol de su nona, una de las personas que más lo ayudó cuando vivía en el conurbano bonaerense.
El quiebre de “Miguelo” se produjo por la propuesta de un asado imaginario con tres personas, vivas o muertas. El exfutbolista eligió dos y una de ellas fue su abuela paterna, una italiana que vino a vivir a la Argentina y perdió a su único hijo cuando aún era muy joven.
Russo tiene 67 años y la primera etapa de su vida tuvo muchas complicaciones. “A mi papá no lo conocí”, señaló en diálogo con TyC Sports.
¿Cómo fue la infancia de Miguel Ángel Russo?
Miguel Ángel Russo nació el 9 de abril de 1956 y se crió en Villa Diamante, un barrio de Valentín Alsina. Antes de festejar su quinto cumpleaños, su padre falleció. En ese momento tenía un hermano menor, pero con el tiempo pasó a ser el mayor de los ocho hijos que tuvo su mamá.
El entrenador de Rosario Central se crió en el seno de una familia pobre, pero su abuela paterna lo mimó desde pequeño y le permitió conocer otra vida fuera del partido de Lanús. “Mi nona me formó culturalmente. Me llevaba a tomar el té a Harrods Gath y Chaves, a museos, al Teatro Colón”, ejemplificó.
El exmediocampista de Estudiantes de La Plata no pudo contener las lágrimas cuando se acordó de esa mujer oriunda de la isla de Capri. Apenas se le cerró la garganta, se besó la punta de los dedos y levantó la mano derecha para expresar su cariño.
Russo sufrió mucho la muerte de su abuela paterna. Frente a ese cambio, el fútbol se mantuvo inalterable desde la infancia como el mayor aliado. “Estoy agradecido a una cosa redonda que da vueltas en cada acto de mi vida. Yo no vivo con algo que no sea a través de una pelota”, concluyó.
¿Qué dijo Miguel Ángel Russo sobre el cáncer?
Miguel Ángel Russo tiene 67 años y una carrera profesional exitosa, pero ese camino llegó a un punto de inflexión en Colombia, donde empezó un tratamiento por cáncer de próstata mientras era el técnico de Millonarios. Aunque en ese momento salió adelante, aún no baja la guardia: “Si tuviste una vez, puede saltar por otro lado”.
El entrenador llegó a dirigir una final cuando todavía estaba lejos del alta médica. “En lo que menos pensaba era en la enfermedad, pensaba en el fútbol”, explicó.
Seis años más tarde, Russo sostiene que su mirada sobre el cáncer no es algo fuera de lo común en su historia. En este sentido, acotó: “Lo tomo como algo natural porque siempre viví desafiando cosas. Si no, no estaría dónde estoy”.
“Las quimio son duras, no es simple. Esto es así y va a ser permanente para sentirme bien y mejor”, aseveró el DT en cuanto a la importancia del fútbol desde que lo diagnosticaron. Asimismo, anticipó que quiere salir “campeón otra vez” y mantiene la puerta abierta para Ángel Di María.