La Justicia federal confirmó el procesamiento de Mario Roberto Segovia como líder de una asociación ilícita. Aunque está preso desde hace casi 14 años, al “Rey de la Efedrina” lo imputaron por contrabando de armas junto a otros miembros de su familia.
La decisión de la Sala II de la Cámara de Apelaciones de La Plata ratifica una resolución dictada en septiembre de 2021 en Lomas de Zamora, donde se tramitó la denuncia contra el rosarino. La hipótesis de los investigadores apunta al narcotraficante como jefe de una banda que fabricaba artefactos explosivos y otros elementos de alto poder de fuego.
Lois jueces Carlos Alberto Vallefin y Roberto Agustín Lemos Arias avalaron el procesamiento y embargos que oscilan entre 20 y 40 millones de pesos. La medida cautelar alcanza Hernán y Matías Segovia. Este último es el hijo del “Rey de la Efedrina”. El primero es su hermano.
La lista de acusados se completa con Gonzalo Rodrigo Ortega, cuñado del supuesto líder de la organización y Ezequiel Hernán Bergara. Todos quedaron implicados en la causa a partir un operativo realizado en julio del año pasado, cuando la Policía Federal Argentina (PFA) secuestró un arsenal durante allanamientos que incluyeron la casa de la familia del máximo sospechoso en Fisherton.
Importación para fabricar armas y explosivos
Según la teoría de los investigadores, los Segovia se dedicaron al acopio, la fabricación y venta de armas de fuego que montaron gracias a la importación ilegal de piezas compradas por Internet. Al menos desde septiembre de 2016, el material ingresaba al país por encomiendas recibidas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y luego era enviado a Rosario por tierra.
El “Rey de la Efedrina” trabajaba como organizador del negocio. La punta del ovillo para descubrir la operatoria fue hallada en la tarjeta de memoria de la tablet que tenía en prisión.
La lista de material armamentístico hallado durante los allanamientos del año pasado es impactante. La policía secuestró desde cargadores de fusiles AR15/M4 calibre 5.56 y pistolas Glock hasta una carabina semiautomática. En una vivienda de Hernán Segovia encontraron tres pedazos de trotyl (TNT) de 120 gramos cada uno. En la casa de su sobrino había casi un centenar de iniciadores para artefactos pirotécnicos.
Dentro de las escuchas telefónicas que analizó la Justicia, los cómplices del “Rey de la Efedrina” se referían a la venta de “escobas” para disimular su actividad. En el circuito de compra de las piezas que necesitaban llegaron a utilizar direcciones de e-mail del Gobierno de Formosa para hacer los pedidos.