Aunque se frenó el servicio de colectivos por otro conflicto, el paro docente en Rosario comenzó este martes con altísimo impacto. Referentes de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe) señalaron que “por lo menos 38 o 39 escuelas públicas” suspendieron las clases por situaciones de violencia que se repiten desde hace meses.
El secretario general del sindicato a nivel departamental, Juan Pablo Casiello, destacó que la medida de fuerza unió a todos los sectores de la educación en la ciudad y la región. En vísperas de la marcha hacia la sede local del Gobierno provincial, criticó la “falta de respuestas” del Estado ante la inseguridad.
“Lamentablemente, no se salva nadie”, manifestó el gremialista sobre las balaceras en las escuelas de Rosario. Si bien se reportaron varios casos con un denominador común en los barrios Ludueña y Empalme Graneros, las amenazas también afectaron establecimientos del centro, así como otros puntos del mapa.
Casiello planteó que “la violencia crece” en torno a los establecimientos educativos, pero eso no provoca una reacción eficaz del Gobierno provincial o de otros niveles del Poder Ejecutivo. “Toda la educación del departamento Rosario está de pie, protestando”, destacó a la hora de dimensionar el reclamo.
Como parte de la medida de fuerza, los gremios anunciaron una marcha desde la Plaza 25 de Mayo. El plan consiste en atravesar el centro de la ciudad durante la mañana para realizar un acto de cierre al mediodía en la Plaza San Martín.
Promesa de lealtad a la Bandera con Rosario en un escenario de conflicto
A pesar del paro de colectivos y la suspensión de clases, este martes se confirmó el acto de promesa de lealtad a la Bandera en Rosario. La ceremonia cuenta con la participación de estudiantes de cuarto grado de diferentes puntos del país.
La puesta en marcha del evento no cayó bien en medio de la protesta por balaceras y amenazas a las escuelas locales. El secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), Martín Lucero, acotó: “Los políticos que tenemos, mirando para otro lado”.
“¿Qué sentido tiene convocar a la misma hora donde, a pocos metros, se concentra la comunidad educativa para pedir por el fin de la violencia?”, se preguntó el gremialista. Luego añadió: “¿Vamos a seguir tapando el sol con las manos y diciendo que en Rosario no pasa nada?”.