Este lunes se vivieron momentos de alegría en la clínica especializada en rehabilitación integral cuando el policía Gabriel Sanabria se retiró caminando para volver a su casa en San Javier. El joven fue acribillado el 27 de mayo en medio de un control de tránsito y luchó por su vida durante 55 días en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Tanto sus familiares como el personal de la clínica ubicada en Paraguay al 2200, aplaudieron a Sanabria, que después de luchar para seguir viviendo, logró retirarse del centro de salud caminando y con la esperanza de “seguir con la vida”. El joven, en diálogo con los medios locales, se tomó unos minutos para agradecer el apoyo de toda la gente.
“Ahora a disfrutar lo que queda de la vida”, dijo emocionado y contento Sanabria, que también destacó el trabajo de los médicos: “Quiero agradecerles a estos profesionales: yo entré en silla de ruedas y ahora me voy caminando”.
En cuanto a lo que espera de su futuro, el policía destacó que va a buscar seguir recuperándose y volver a las fuerzas “en lo que pueda desempañarme”. Al mismo tiempo, detalló que le queda una cirugía en la muñeca aún por afrontar.
“Queda un camino duro, pero hay que seguir”, dijo el joven haciendo alusión a las sesiones de rehabilitación que le queda por delante. “La familia policial, se puso la 10″, destacó Gabriel por el apoyo que recibió durante sus días de internación; y destacó que lo que le ocurrió “son gajes del oficio”.
Cómo fue el ataque al policía rosarino, Gabriel Sanabria
El agente Gabriel Sanabria estaba cumpliendo con sus funciones el pasado 27 de mayo en un control de tránsito en Arijón al 400, cuando intentó identificar a los ocupantes de un vehículo porque el auto figuraba con pedido de captura.
Cuando se acercó al vehículo, los delincuentes sacaron una ametralladora y dispararon contra Sanabria: recibió 10 disparos y fue internado en grave estado. Por el hecho fueron detenidas cuatro personas, entre ellas dos menores. La causa quedó en manos de la fiscal Gisella Paolicelli.
El estado de salud de Sanabria era delicado y los médicos pedían prudencia para evaluar como evolucionaba día a día. En el medio de las cirugías y tratamientos, la familia y compañeros de la policía realizaron un abrazo simbólico al Heca, para agradecer el cuidado que recibió Sanabria, que luego de lucharla, a los 55 días recibió el alta.