En el marco de la causa sobre el ataque contra la Comisaría 19° de Rosario, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) imputó este martes a Francisco Riquelme como instigador del ataque. Durante la audiencia, “Fran” también quedó en la mira por una de las amenazas a Maximiliano Pullaro, ya que ambos hechos tienen varias características en común.
El supuesto autor intelectual de la balacera del 27 de diciembre está preso en la cárcel de Ezeiza, pero esta denuncia agravó sus condiciones de alojamiento ante el riesgo que representa para el gobernador de Santa Fe. El Ministerio de Seguridad de la Nación anunció que implementará medidas de custodia mucho más severas.
Cinco medidas para vigilar a “Fran” Riquelme en la cárcel de Ezeiza
Al final de la audiencia imputativa en Rosario, la jueza Hebe Marcogliese aceptó el pedido de cinco medidas de control de “Fran” Riquelme en el complejo penitenciario bonaerense. De acuerdo al pedido del fiscal Franco Carbone, la magistrada dispuso los siguientes cambios:
- 1.- Modalidad: el preso recibie visitantes en un sector individual de los locutorios. Dicho espacio posee un blindex para impedir el contacto directo y permitir el visual.
- Frecuencia: Riquelme sólo puede ver a una persona por semana durante dos horas. El acceso se limita a familiares directos con vínculo acreditado y autorización previa de las autoridades penitenciarias. Si viven fuera de la ciudad, contarán con más tiempo. Las visitas íntimas requieren aprobación judicial.
- Requisas: la jueza sugiere dos inspecciones semanales como mínimo.
- Comunicaciones telefónicas: sistema de líneas blancas. Riquelme sólo puede llamar a números de un listado con autorización previa para contactarse con personas asociadas a esos teléfonos. El Servicio Penitenciario debe corroborar que pertenezcan a familiares registrados.
- Frecuencia y lugar de llamadas telefónicas: el aparato fijo funcionará en un lugar con cámaras de videovigilancia. El preso puede usarlo una vez por día en horarios estipulados, salvo un caso de urgencia.
De acuerdo a la teoría del MPA, Riquelme ordenó el ataque contra la Comisaría 19° porque le negaron la visita de una mujer a la cárcel de Ezeiza. El 22 de diciembre, las autoridades penitenciarias impidieron el ingreso porque el recluso estaba sancionado.
Cinco días más tarde, un grupo de personas pasaron frente a la comisaría de bulevar Seguí al 5300 y abrieron fuego siete veces con una pistola calibre 380. Además, el fiscal imputó al preso por otra balacera previa con amenazas en Rosario.
Riquelme ordenó el ataque por teléfono desde el complejo penitenciario. Previamente se había comunicado por Whatsapp para exigir la devolución de un arma de fuego “prestada” al hermano de la víctima.
Según la evidencia recabada por la Fiscalía, es probable que “Fran” esté vinculado a un atentado fallido el día después de la balacera en la Comisaría 19°. En ese caso, dos jóvenes fueron detenidos tras una persecución y tiroteo sobre Provincias Unidas y Génova.