Un operativo internacional para frenar la distribución de material de explotación sexual infantil derivó en el arresto de dos sospechosos en Rosario y Santa Fe. Fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe confirmaron este jueves que hallaron gran cantidad de evidencia vinculada a la investigación en Argentina y otros países.
Los procedimientos comenzaron a las 6 de la mañana a partir del pedido del Ministerio Público de la Acusación (MPA). En la capital provincial, la fiscal Yanina Tolosa solicitó el arresto de un hombre de 37 años en Riobamba al 4500. El sujeto identificado por sus iniciales como J. E. R. quedó bajo custodia tras la llegada de las autoridades.
En paralelo con este despliegue, la Agencia de Investigación Sobre Trata de Personas y Violencia de Género allanó la casa de O. M. B. en Alvear al 2700, cerca del Parque de la Independencia. El sospechoso de 38 años también fue detenido por tenencia y distribución de material producido mediante explotación y abuso sexual de niños y niñas en redes sociales.
El operativo internacional “Luz de Infancia IX” se llevó a cabo en coordinación con autoridades de Estados Unidos, Panamá, Colombia, Brasil y Ecuador, entre otros países. En el caso de Rosario, la causa quedó en manos del fiscal Diego Meinero.
Tanto en la Cuna de la Bandera como en la ciudad de Santa Fe, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestró computadoras, notebooks, tablets y teléfonos celulares. También hallaron discos rígidos y memorias USB pueden contener material de interés para la pesquisa.
Una red internacional con 79 puntos de contacto en Argentina
Durante una conferencia de prensa después de los allanamientos, la fiscal Tolosa confirmó que el operativo se coordinó con acciones similares en otras provincias con Formosa, Chubut, Misiones y Entre Ríos. “En Argentina detectaron 79 puntos de contacto”, explicó sobre la información que enviaron los gobiernos de Brasil y Estados Unidos.
La representante del MPA explicó que los sospechosos son rastreados a partir de la dirección IP de los dispositivos que utilizan, ya sean computadoras, teléfonos o tablets. Mediante la geolocalización con los datos recibidos en Buenos Aires, en cada jurisdicción se hicieron diferentes tareas de campo para dar con los presuntos autores del delito.
En cuanto al origen del material, Tolosa apuntó que quienes distribuyen material de abuso o explotación sexual infantil emplean programas peer-to-peer (P2P). A partir de la simple tenencia de estas imágenes, ya se pueden imputar esas personas por el delito.