Claudio Andrés Tavella, el abogado del ladrón de autos y presunto narcotraficante Esteban Alvarado, fue condenado a tres años de prisión efectiva por asociación ilícita, encubrimiento, blanqueo de activos y uso de certificados falsos, entre otros delitos.
La jueza de Primera Instancia, Hebe Marcogliese, homologó el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía y aceptado por la Defensa condenando a Tavella a la pena de tres años de prisión efectiva y al pago de una multa equivalente a dos veces el valor de la operación de lavado imputada (estimada en $720.000), tres años de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de abogado y el decomiso de una fracción de terreno de campo localizada en la localidad de Coronel Bogado, y de un vehículo Jeep Modelo Renegade Sport.
Los Fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada le atribuyeron diversos hechos:
El 3 de agosto de 2012, cuando el personal de Gendarmería Nacional se encontraba en la puerta del domicilio de Alvarado, recibió un llamado de este para que averigüe los motivos de la presencia policial. Luego informó al presunto narco que lo estaban buscando y que tenían todos los lugares para allanar, e intentó negociar con los efectivos la no entrega de su defendido mintiendo sobre su presencia en la vivienda e intentando coimearlos.
El 15 de agosto de 2014 gestionó a pedido de Jorge B. (ya imputado), el ingreso con una identidad falsa de Jorge L. al Heca para que fuera atendido por una herida sin que su identidad fuese develada, dado que corría riesgo de que lo detuviesen. Las gestiones consistieron en hablar con diferentes personas, policías, personal del Heca y ofrecerle dinero para concretar el ingreso de dicha forma. Durante el 2012, siguiendo las órdenes de Alvarado, redactó el boleto de compra-venta mediante el cual se transfirió contra la voluntad de su titular Rodrigo O. (a imputado) la propiedad de Misiones al 800 de Roldán en favor de otra integrante de la asociación, quien finalmente la escrituró en fecha 7/8/12 y constituyó allí el domicilio fiscal de la empresa Toia SRL que manejaba la gavilla del presunto narco.
Se le atribuye también haber hecho uso de un certificado impreso trucho con logo del Colegio de Escribanos en el que se autorizaba al uso de un vehículo. El 29 de noviembre de 2018 se presentó en el domicilio de Alvarado, que estaba siendo allanado por Prefectura Naval y el Organismo de Investigaciones, y ofreció un millón de pesos al líder del operativo para omitir detalles del procedimiento.
El 7 de mayo de 2019 realizó una llamada al fiscal Luis Schiappa Pietra donde le consultó sobre unos teléfonos celulares secuestrados. Luego se hizo presente en las oficinas de Fiscalía y sugirió que en los aparatos habría mensajes que podrían desincriminar a su cliente, cuando en realidad se trataba de teléfonos plantados por personal de PDI ligado a la banda con el objetivo de distraer la investigación.
También se le atribuyó haber participado de una maniobra tendiente a disimular el carácter ilícito de un bien que había sido adquirido con dinero de procedencia ilícita, para ocultar al verdadero dueño que sería Alvardo. El activo involucrado en las maniobras imputadas en una fracción de terreno de campo localidad en la localidad de Coronel Bogado. Tavella simuló la compra a nombre propio con conocimiento de la procedencia ilícita de los activos utilizados para efectuar dicha adquisición, los que provenían de la actividad ilícita desplegada por Alvarado en el marco de la asociación ilícita de la que era jefe.