Una investigación iniciada hace 11 meses sobre narcotráfico en Rosario derivó en la captura de una mujer como supuesta líder de un clan familiar dedicado a la venta de drogas. La Policía de Seguridad Aeoportuaria (PSA) denunció este lunes que la detenida estaba al frente de una organización que incluía a su pareja y su hijastro.
Las fuerzas federales arrestaron a nueve personas durante una decena de allanamientos. En cuanto a la evidencia recabada antes del procedimiento, destacaron que la banda supo operar en barrio Rucci, así como en La Cerámica y la ex Zona Cero.
Debido a una disputa por el territorio, los delincuentes tuvieron que mudarse hacia el sur. Así como utilizaron una casa cerca de Bulevar Avellaneda para guardar el material estupefaciente, instalaron un almacén en barrio Matheu. En paralelo con la actividad legal del kiosco, siguieron abasteciendo los puntos de venta de droga en el noroeste rosarino.
En total, seis hombres y tres mujeres quedaron a disposición del juez federal Marcelo Bailaque. Durante los allanamiento secuestraron 21 gramos de cocaína fraccionados en 40 dosis y 677 gramos de marihuana repartidos en 203 envoltorios. Además hallaron tres pistolas, un revólver y 68 municiones.
Entre otros elementos de interés para la causa, las autoridades encontraron 118 mil pesos en efectivo. También se llevaron 18 teléfonos móviles y 13 chips de celulares, una notebook y dos motocicletas.
“Una típica red criminal con familiares” en Rosario
El director nacional de la PSA, José Glinski, indicó que la banda narco vendía a “pequeña escala” en la periferia de Rosario. En este sentido, aseguró que era una “típica red criminal compuesta por familiares”.
De acuerdo a la investigación de las fuerzas federales, la organización estiraba y adulteraba las drogas que luego vendía en el noroeste de la ciudad. Por otra parte, las autoridades advirtieron que el uso de armas de fuego y chalecos antibalas da cuetna de un mercado que tiene una oferta segmentada una “competencia” que “se regula de manera violenta”.