A un mes de asumir, renunció el presidente comunal de Melincué: "No estoy preparado para eso"

El jefe comunal había pedido licencia por cuestiones de salud y finalmente dejó su cargo.

A un mes de asumir, renunció el presidente comunal de Melincué: "No estoy preparado para eso"
Silvio Garbolino renovó su mandato en diciembre, pero dejó su cargo.

Silvio Garbolino, el presidente comunal de la localidad de Melincué, renunció este viernes a su cargo, tras renovar su puesto hace poco más de un mes. En ese contexto, su vicepresidenta Yamila Gallisso quedará provisoriamente en el cargo.

Cabe mencionar que el jueves había trascendido que Garbolino había solicitado una licencia personal, tras haber ganado con amplio apoyo del electorado local para retomar su puesto al frente de la comuna.

Los motivos de este alejamiento, según el propio mandatario, están vinculados a la dura crisis económica que atraviesa el país y su comuna en particular. “Estoy evaluando renunciar. La situación económica es desesperante y hay que sacar gente. No estoy preparado para eso y me afectó muchísimo a mi salud. Tuve un pico de estrés y casi preinfarto”, había dicho Garbolino al diario La Capital.

Finalmente, este viernes hizo efectiva su renuncia, por lo que su segunda en la fórmula asumirá provisionalmente, mientras se reacomodan los cargos dentro del plantel comunal.

Garbolino pertenece a la rama radical que apoyó fuertemente la candidatura del actual gobernador Maximiliano Pullaro en las últimas elecciones. Debido a esto había surgido el rumor de que renunciaba a su cargo para sumarse al gabinete provincial, pero él mismo descartó la versión.

La crisis en melincué: la razón de la renuncia

La comuna, que tiene su principal fuente de ingresos proveniente de las tasas comunales del hotel casino, es cabecera del departamento General López y una de las localidades más antiguas del territorio santafesino, con algo más de 2.000 habitantes.

Recientemente la gestión de Garbolino había sido cuestionada por miembros de la oposición que remarcaron la superpoblación de empleados comunales, así como supuestos gastos superfluos realizados desde las arcas públicas.