Dos familias debieron atravesar por episodios de inseguridad, violentos y de similares características. Los propietarios de las casas se despertaron con los ladrones en sus viviendas, que se llevaron dinero y varios elementos de valor.
El primero de los sucesos ocurrió en Alsina al 800. La dueña de la vivienda se despertó a la madrugada para ir al baño y se encontró con un hombre que la amenazó con un cuchillo. En la planta superior dormía la hija de la dueña junto a una amiga y su pequeña hija.
El delincuente, que se infiltró en el domicilio por la terraza, logró llevarse una computadora y el dinero que había cobrado del sueldo de la dueña.
El otro hecho ocurrió en Nicaragua al 2300. Una mujer dormía con su pequeño cuando de pronto se dio cuenta que un ladrón se estaba llevando los electrodomésticos de la casa.
El delincuente ingresó sin forzar la cerradura y estuvo en el lugar durante unos 20 minutos. De allí se llevó un televisor, DVD, microondas y una garrafa.
