Dos rosarinas se llevaron la peor de las sorpresas cuando fueron a dejar flores al cementerio y descubrieron se habían robado que los restos del hombre fallecido junto con el cajón en el que lo habían inhumado hace cinco años.
"Dos angelitos rotos" fue lo único que encontraron Angelina y Roxana cuando este miércoles llegaron hasta el primer piso en el predio de La Piedad, donde descansaban los restos de su marido y su padre respectivamente. Nada quedaba en el nicho 610 y nadie supo explicarles qué era lo que había ocurrido desde su última visita hace tres meses.
Primero, los encargados imaginaron que podía haber algún tipo de mora en el pago de los gastos corrientes, pero la familia tenía todo al día. Este jueves, las mujeres regresaron para acompañar al sepulturero en un rastrillaje en el que revisaron cada uno de los nichos que estaban abiertos y deteriorados. "Sacaban los cajones para ver la placa y ver si estaba el nombre de papá y no me dan más respuestas", se lamentó la hija del difunto en diálogo con Canal 3.
Con la misma angustia con la que se quejaron sobre la "falta de respeto" ante el insólito episodio, Angelina contó que habían elegido el día del cumpleaños de su marido para ir al cementerio y recordó: "Vinimos con mucha alegría para dejarles las flores y nos encontramos con esto vacío".
La viuda constató espantada que los ladrones también se habían llevado la placa de mármol del nicho. En la recorrida advirtieron un estado "deporable" de las instalaciones" y su hija agregó que el incidente pudede haber sido resultado de una disputa interna, pero exclamó: "No se dan cuenta que están perjudicando a la familia también". Mientras tanto, los encargados de La Piedad sólo pudieron descartar que el cuerpo hubiera sido retirado para cremación y la búsqueda seguía.