La Superliga decidió suspender el encuentro entre Estudiantes y Newell's previsto para este sábado por las inundaciones registradas en Quilmes, donde iba a disputarse el partido, y por probabilidad de lluvia. Quedó mucha bronca el lado del plantel leproso que reclamará $400 mil por los costos de haberse trasladado hasta allí.
Por más que cambien las autoridades de la AFA y que se haya constituido un nuevo certamen denominado Superliga, lo que nunca cambian son los constantes bochornos del fútbol argentino.
Desde anoche buena parte de Quilmes se encuentra bajo el agua por los diluvios, esta mañana ya se sabían las condiciones en las que se encontraba la cancha, y sin embargo se especuló hasta el final haciendo viajar a toda la delegación leprosa y a los 4.000 hinchas que después de tres años finalmente podrían ver un partido de Newell's de visitante.
Y de repente, sin esperar a que el árbitro tomara la decisión, y amparándose con "probabilidades de lluvia" justo cuando el cielo en la zona se había despejado y empezaba a salir el sol, los organizadores del torneo decidieron dar de baja el encuentro a cuatro horas de su inicio.
Del lado rojinegro están seguros que detrás de la suspensión se encuentra un reclamo de la gente de Estudiantes, que como debe jugar Copa Argentina en la semana con San Lorenzo, cuyo partido se había suspendido bien temprano, pidió lo mismo para no cederle algún tipo de ventaja al Ciclón.
Ante la determinación, el plantel de Newell's volvió al hotel, donde entrenará por la tarde y luego regresará a Rosario. Eso sí, una vez en la ciudad, elevarán un pedido formal a la Superliga para que abone los $400 mil que costó el viaje y la estadía en Buenos Aires. Y una vez más, nadie se acordará de los hinchas que viajaron hasta allá y se tuvieron que pegar la vuelta.
(Fotografía: @cabrerahercap)